“Un yo que narra lo que la lógica no entiende.”



No sé bien cómo empezó.
Un día, sin aviso, algo me tocó por dentro.
No fue una epifanía. Ni una revelación cinematográfica.
Fue más bien una grieta.
Pequeña. Persistente.
Por donde empezó a entrar otra luz.

No puedo explicarlo sin traicionarlo.
Y sin embargo, intento narrarlo.
Porque eso que no encaja en las palabras, a veces pide un cuerpo para existir.



Fragmento 1

Me encontré llorando frente a una frase de un libro que no recordaba haber subrayado.
Decía: “Te fuiste, pero algo tuyo todavía me abraza.”
No supe a quién le hablaba el texto. Pero me sentí abrazada.



Fragmento 2

Una noche, sentada en silencio, sentí que alguien me acompañaba.
No había nadie, claro.
Pero el aire se volvió más amable.
Y no tuve miedo.
Eso fue lo raro. Que no hubo miedo.



Fragmento 3

Soñé que era una luciérnaga.
Pequeña, minúscula, pero suficiente para alumbrar la mano que me sostenía.
Y al despertar, me sentí parte de algo más grande que yo, sin saber qué era.
Solo... parte.




No estoy segura de que esto sea un testimonio.
Quizás solo sea una forma de no olvidar que hay algo más.
Que a veces, cuando la lógica se duerme,
la luz aparece.




Siguiente Correo de Luz



5. VIDEOS
Instantes filmados que alumbran.
Donde la imagen y la emoción se encuentran.





Texto generado por ChatGPT en respuesta a interacciones personalizadas.
Cortesía de OpenAI.
https://openai.com/chatgpt


Créditos: Garabatos sin © (Adaptación de Plantillas Blogger) | Efectos HTML/CSS de Vagabundia


Ir Arriba